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jueves, 11 de agosto de 2011

Abadía Trapista de Orval

Bueno, bueno, bueno... después del atracón en Chimay sorteamos quien iba a ser el sacrificado para conducir las 2h hasta Orval. No es que estuviéramos borrachos, ni mucho menos, pero era el momento exacto para una buena.... SIESTA! Al final ¡me toco conducir! El camino era curioso porque son carreteras secundarias que van cruzando varias veces la frontera entre Francia y Bélgica, para llegar hasta la Abadia de Orval.

El coche es mejor dejarlo en frente del restaurante (por cierto, renovado hace muy poco). Caminamos hasta la entrada y preguntamos por las visitas. Cuesta 5,50€ y las hay cada hora en Francés y en Flamenco, así que a hacer oído con el Francés.

http://www.orval.be/an/FS_an.html

La visita comienza con un video de la historia del monasterio y de la vida actual de la Comunidad (approx.20 minutos). Después empieza el recorrido por las ruinas de la abadía original con una guia (Francés también).


Vista una vez sales del video

Continua con la explicación de la leyenda que da nombre  la Abadía:

El monasterio NACIÓ de un acto de gratitud: Matilde era una viuda y su anillo de compromiso se había caído accidentalmente en la fuente. Mientras ella rezaba, una trucha subió a la superficie con el precioso anillo en su boca. Mathilda exclamó: "Verdaderamente este es un "Val d'Or!" (lugar de Oro). En agradecimiento, decidió fundar un monasterio en el sitio. (http://www.orval.be/an/FS_an.html)

Fuente de la Leyenda... ahora convertido en pozo de los deseos.
Junto a la fuente está el acceso a las ruinas de la abadía medieval. La Abadía original fue construida al rededor del año 1200, pero ha sido destruida varias veces. La última vez fue en 1789, en plena Revolución Francesa. Las tropas saquearon e incendiaron el monasterio, quedando todo destruido. 


Entrada a las ruinas



Una vez visto las ruinas, la visita con la guia termina. Hay un Museo ubicado en los cimientos de los edificios del siglo 18, con objetos de la Abadía antiguo. Nosotros no entramos al museo porque justo en ese momento empezaron a llamar a la misa, y es la única manera de poder entrar a la parte nueva de la Abadía (que merece mucho la pena).


Patio interior de la nueva Abadía

Entrada al patio. Edificio de la Antigua Abadía

Vista del nuevo templo

Patio interior
Después de la visita fuimos derechitos a À l'AngeGardien, la tasca de la Abadía. Como ya habíamos comido en Chimay (y como!), sólo decidimos picar alguito para tomar las cervezas de rigor. resumiendo: degustación de quesos y las Oude Orval (que se supone que lleva más de un año en la botella, y se supone que mejora como el vino). La verdad es que sabía prácticamente igual que la Orval normal, pero había que probar.

rico, rico y con fundamento

Cerveza Oude Orval
De postre queríamos pedir la "Creme brulee with Orval" que parecía todo un manjar... pero la cocina ya había cerrado! Nooooooo. Bueno, siempre hay que dejar algo para volver!

Trappist Team
Esto se va poniendo interesante, ya solo nos faltan dos: La Trappe (Holanda) y Achel. ¡ No tardaran en caer!



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